“Felices los que
trabajan por la paz, porque Dios los aceptará como sus hijos” (Mt. 5, 9).
Ante los últimos y
lamentables acontecimientos que se han producido en Espinar - Cusco, con
irreparables pérdidas de vidas humanas, numerosos heridos, y cuantiosos daños materiales, nos dirigimos
a todos, hombres y mujeres de buena voluntad, para invocarles a un diálogo
transparente, como único camino para construir la paz en nuestro País:

2. Urge construir
una cultura de paz. La paz presupone un
diálogo constructivo, transparente, tolerante,
respetuoso por la vida, el medio
ambiente, la dignidad de la persona humana y el bien común.

4. Invocamos se restablezca el diálogo entre los actores sociales para resolver pacífica y eficazmente los conflictos que se han suscitado.

6. La Iglesia
Católica siempre estará dispuesta a colaborar, desde su misión evangelizadora,
para propiciar canales de diálogo y entendimiento, a fin de superar cualquier
problema que afecte la paz y el bien común entre peruanos.
Invitamos a todos a
pedirle a Dios, por medio de Jesucristo, que nos haga instrumentos de paz,
constructores de un Perú fraterno y
solidario que crece en la justicia, se afianza en la inclusión social y se
construye en la unidad y la verdad.
Lima, 30 de mayo de
2012
+ Monseñor Mons.
Salvador Piñeiro García-Calderón
Arzobispo
Metropolitano de Ayacucho
Presidente de la
Conferencia Episcopal Peruana
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