Es casi la 1.00 pm y algunos se van a perder el almuerzo en el cielo (menos mal que allí hoy rige la “hora peruana”, por supuesto). El P. Socolich le da una palmadita en el hombro al archiconocido intérprete de baladas y boleros, el cubano Antonio Machín, y le dice: “Escucha, Negrito…”.Éste, con cara de asombro no se lo puede creer: la banda de la fiesta de S. Martín de Porres, en Pamplona Alta, Lima-Perú, inicia la procesión con las notas de “su” Angelitos Negros… Pintor que pintas iglesias…, tararea con su voz melosa el moreno Machín y las lágrimas le resbalan por las mejillas.
Quien sí se lo cree es el propio Martín de Porres, con una sonrisa de oreja a oreja, apoyado en su escoba: Estos paisanos míos son la muerte, son únicos, lo bautizan todo... Y siguió barriendo. Un poco más lejos, sentado, feliz y contento, con una mirada entre inocente y picarona, alguien observa el estilo que tiene el negrito barriendo, casi como quien bailara un tondero.

-“Santidad, ¿verdad que no se
arrepiente de haber canonizado al zambo Martín?”.
-“No, y supongo que tu tampoco de
la cantidad de horas que dedicaste a convencernos a todo el mundo hasta que lo
lograste”.
-“Cierto, pero el mérito no es
mío… ¿Y todos los morenos de la hermandad del Señor de los Milagros no le
sacaron callo a sus rodillas de tanto rezar? Y las negritas de La Victoria ¿cuántos rosarios no
desgastaron? Yo hacía la bulla pero ellos apuntaban directo hacia arriba…”

Dos cuadras más allá, otro
simpático gordito conversa con una dama: es Arturo, el “Zambo” Cavero. Hace
pocos años que subió al cielo (dicen las malas lenguas que le querían derretir
un poco la grasa en el purgatorio por su afición a la cebada fermentada, pero
S. Pedro recordó que había cerrado ese lugar por no pagar a la SUNAT).

“Sí, compensaron con creces las
mataperradas que hicimos otros”, bromeó el Zambo Cavero.
Hoy, 6 de mayo del 2012, 50 años
de la canonización del negrito Martín de Porres es feriado en el cielo
recordando la promulgación del mandamiento del amor y ratificando la igualdad
de todas las personas ante Dios Padre, sin discriminación alguna. Así se lo
notificó, por el face book, Martin Luther King a un tal Barack Obama, en USA, y
con copia al viejito y venerable Nelson Mandela, por si el primero se hace el
desentendido ahora que está en el sillón.
“Martín de Porres, intercede para
que pronto todos los hombres y mujeres podamos sentirnos con la dignidad de
hijos de Dios en este planeta tierra, del que queremos desterrar todo egoísmo y
ambición. Amén”.( José Mª Rojo)
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