sábado, 31 de diciembre de 2011

BRINDAMOS POR EL 2012



Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos.
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.
Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor. 
Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.
Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.
Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.
Queda prohibido echar a alguien de menos sin
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.
Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.


Atribuido a Pablo Neruda, aunque esto es cada vez más incierto...







Esto es para desearnos un año bueno, un año con cosas buenas, con sueños buenos, con cariños buenos, con personas buenas que nos quieran y con personas buenas a quienes querer.

Un año de búsquedas, de incertidumbres, de pérdidas y errores también.

Un año con sus lágrimas, dolores, berrinches, ansiedades, frustraciones, incongruencias.. que son fichas buenas que también juegan y enseñan… y fortalecen músculos ocultos…

Un año de fortalezas, de aprendizajes,  de imaginación, un año de re-inventarse y de desaprender.

Un año más para vivir engorrosamente saludable con sus sombras, con su lado oscuro de la luna, con lo que se tapa debajo de la alfombra, con lo que nos dice el espejo y el médico, con los guiones que solo salen en las pelis, con kilos de más…

Un año de éxitos, de cariños, de gin-tonic entre risas a altas horas, de medallas que nos ponen los amigos, la familia, la gente con la que cosemos el tiempo y los diferentes dioses que sostienen el sentido.

Brindemos por tantas cosas buenas que tienen los senderos, los rincones, las mesas, las manos de un año nuevo.

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