Sentir la acogida y compasión de Dios para vivir la fraternidad y compartir la mesa (Eucaristía) con alegría.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Padre Juan,gracias por ayudarnos a comprender mediante esta parábola cuan infinito es el amor de Dios para con nosotros, es importante saber que el siempre nos perdona y nos recibe con los brazos abiertos a pesar de nuestros errores,no nos juzga ni condena como muchas veces lo hacemos nosotros.
1 comentario:
Padre Juan,gracias por ayudarnos a comprender mediante esta parábola cuan infinito es el amor de Dios para con nosotros, es importante saber que el siempre nos perdona y nos recibe con los brazos abiertos a pesar de nuestros errores,no nos juzga ni condena como muchas veces lo hacemos nosotros.
Publicar un comentario