viernes, 23 de septiembre de 2011

Dichoso
el que camina en
la voluntad del Señor.
Salmo 118,4

LA FUERZA DE LA PALABRA
Haz que tu Plabra, Señor,
entre en mi corazón
y me haga capaz de seguirte paso a paso.
Ayúdame a confiar en tu Palabra;
a través de ella podemos conocer tu rostro,
los caminos en los que tú
quieres que andemos y sirvamos.
Hazme capaz de escuchar, Señor,
de escucharte y escuchar a los demas
que están a mi lado para servirles,
sin vacilaciones, sin detenerme.
Que mi corazón sea tierra buena
que acoge la Palabra
para ponerla en práctica
y dar mucho fruto.
Señor, que gracias a la escucha de la Palabra
yo pueda vivir cada momento de mi jornada
con la certeza de ser guiado,
conducido y atraído por ti
y cuando me vea tentado a detenerme
sé tú el descanso de mi fatiga,
la paz y el gozo de mi corazón. Amén

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