martes, 18 de agosto de 2009

A DOS AÑOS DEL TERREMOTO DEL SUR

Mala Señal es que los hermanos de Ica, Chincha, Pisco, Huancavelica, Cañete… hayan recordado el segundo aniversario del terremoto con paros, marchas de protesta y cortes de carreteras. No es preciso muchos análisis para concluir que quienes debían haber cumplido con el sagrado deber, en nombre de todo el país, de ayudar eficazmente a la reconstrucción de esos lugares simple y llanamente, no lo han hecho.

Quizás quien mejor ha sintetizado la situación ha sido el caricaturista ”Carlín” en el periódico La República. Bochornoso el espectáculo de todas las autoridades, comenzando por el presidente Alan García y terminando por los alcaldes locales, tratando de salvar su responsabilidad y culpando a los otros. Y proféticas (ojala no!) las palabras puestas en boca del ministro de economía, Luis Carranza, por el caricaturista.

Un día antes, en el mismo diario, el comentarista A. Alvarez Rodrich sintetizaba todo el proceso de esta manera:
“Pocas fechas tan tristes para el país –y bochornosas para el gobierno – como este sábado en que se cumplen dos años del terremoto que ocasionó muchas muertes y severos daños materiales en Pisco, Chincha e Ica, así como un efecto devastador en la percepción de la capacidad de gestión del estado peruano.

Dicha tragedia perfiló una oportunidad singular para que el gobierno se luciera con una reconstrucción ejemplar. La zona del desastre está a solo entre 200 y 300 km de Lima, la carretera permite transportar con rapidez la ayuda y materiales, y su economía regional es una de las más dinámicas del país. Asimismo, el tremendo susto que se pegaron los limeños por haber sentido el terremoto en toda su intensidad –pero sin muerte ni daño material– generó un profundo sentimiento de solidaridad y deseo de ayudar a los hermanos del sur chico.Así, había dinero, ganas y facilidades para realizar una reconstrucción ejemplar. Dos años después, sin embargo, el avance conseguido perfila un mamarracho vergonzoso y proyecta la sensación de que el gobierno hubiera tirado la toalla”.

El Editorial del día 14 lo resume en una frase: “Es una historia de burócratas insensibles o torpes, pero también de una incapacidad patética a la hora de pasar de las promesas a los hechos”. Recordamos muy bien la respuesta generosa y solidaria de todo el país en ayuda de los hermanos del sur; recordamos también las copiosas ayudas del exterior: de gobiernos, de ONGs, de instituciones religiosas y otras. Si de parte de las autoridades hubiera habido una respuesta eficaz hoy en el Sur estarían celebrando el segundo aniversario con ceremonias de acción de gracias en lugar de protestas.

Algunos datos (*)
Promesa de entrega de un bono de S/. 6 000 (2,000 dólares) por familia damnificada. Entregado en Ica el 36 %; Chincha el 27.5 % y Pisco el 50. 4 %. Y las denuncias de que han sido entregados a los no damnificados, frecuentes…

Oferta “FMV-Techo Propio”. Total entregado, el 37.4 % (en Chincha solo el 12.3 y en Pisco el 14 %)

Infraestructura de Salud. De 20 establecimientos de salud afectados (14 en Chicha, 4 en Ica y 2 en Pisco) solo hay en construcción 3, uno por cada provincia, y ninguno terminado.

Centros Educativos. De 306 afectados (en las tres provincias) se han atendido 121 y faltan por atender 185. Y de esos 121, 60 han sido de la Cooperación Internacional…

Datos de opinión pública en las tres provincias:

* Principal problema en la reconstrucción: 1) la falta de diálogo entre las autoridades locales, 2) la indiferencia del presidente y de los ministros y 3) la mala selección en los damnificados a ayudar.

* Pésimo cumplimiento de los tres alcaldes (entre 79 y 88 % de incumplimiento, opinan en las tres provincias )

* Entidades que más han ayudado: En los tres sitios, con variable acento pero casi en el mismo orden, las ONGs (entre el 32 y el 60 %), las Iglesias (entre el 12 y el 27 %), Otros (entre el 15 y el 32 %), y muy por debajo de todos el Estado (entre el 2 y el 10 %).

La celebración de este segundo aniversario, ha comenzado con las reiteradas preguntas de la población: “¿Cuánto invirtió el gobierno en la reconstrucción del Sur? ¿Dónde está el dinero de las donaciones? ¿Dónde quedaron las obras prometidas? ¿Cuánto más tendrán que esperar para ver las ciudades de pie? (L. Velázquez, enviado de La República a Pisco).

Y ha seguido con todo tipo de protestas. Como bien dice A. Rodrich, “Lo ocurrido justifica la protesta que desde hoy se realizará en el sur chico: la gente tiene derecho a expresar su rabia”. Ante los datos y la opinión de los damnificados no hay la menor duda para darle al Estado un rotundo suspenso o “jalado” en el manejo de la emergencia y la reconstrucción. “…debe evaluar las razones de su fracaso, y aplicar la corrección para que el tercer aniversario del terremoto, el 15 de agosto de 2010, sea una oportunidad para celebrar, y que el próximo desastre natural –donde toque– nos agarre mejor preparados”, concluye A. Rodrich, ¿Aprenderemos la lección? ¿O habrá que dar la razón al tristemente certero dicho popular “gallina que come huevos, aunque le corten el pico”?

(*) Los datos, tanto de la realidad como de opinión son de un estudio de la Comisión de Derechos Humanos de Ica, citando casi siempre cifras oficiales.
(José Mª Rojo)

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