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Medida facilitará atención en siete provincias del Cusco y toda la región Apurímac afectadas por crecida de ríos. Evacúan en helicópteros a 66 personas en Aguas Calientes, donde aguardan más de 3.000 visitantes. Por seguridad de los turistas, el INC cierra el ingreso a la ciudadela de Machu Picchu y al Camino Inca. Seis personas fallecieron y más de 7 mil familias quedaron damnificadas por los desbordes y deslizamientos.

Martes 26 de Enero del 2010

Cusco se ahoga lentamente. Los cusqueños menores de 25 años no recuerdan haber soportado lluvias tan intensas como las que han castigado a esta región en las últimas dos semanas. Están desconcertados por la persistencia de estas precipitaciones, las cuales en los últimos cinco días suelen interrumpirse por pocas horas para reanudarse con más fuerza.

Este fenómeno ha causado la acelerada crecida de casi todos los ríos del departamento. En las provincias de Cusco, Urubamba, Calca, Canchis, Quispicanchi, La Convención y Anta, se conoce que los desbordes y deslizamientos han dejado seis muertos, 7.344 familias damnificadas, carreteras bloqueadas, puentes colapsados y avenidas convertidas en ríos.

Ante esto, el presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez Quesquén, anunció que tanto este departamento como el de Apurímac han sido declarados en situación de emergencia por 60 días. La medida regirá en las provincias cusqueñas mencionadas.

En las otras cinco provincias de la región (Paruro, Paucartambo, Acomayo, Chumbivilcas, Espinar y Canas), que son también las más inaccesibles, se han reportado similares daños. “No hay pruebas claras de la situación en estas últimas zonas, por eso el Ejecutivo pretende discriminarlas de la medida de emergencia”, protestó ayer Hugo Gonzales, presidente del Gobierno Regional de Cusco.

Esta declaratoria, que será publicada hoy, autorizará al Cusco a usar sus recursos del canon para paliar la emergencia. “Requerimos un mínimo de S/.40 millones”, dijo la autoridad. Agregó que en lo que va de su gestión ha invertido S/.15 millones en labores de prevención. Sin embargo, en casi todas las zonas afectadas se constata lo contrario.

El río Vilcanota es el más furioso. Hasta hace dos días, antes de que arrasara la estación meteorológica de Písac, su caudal medía 4,20 metros de alto, cuando la máxima en temporada lluviosa es de 3,50 metros. Pero ayer el Vilcanota creció mucho más y quebró el puente de metal de Písac. Al mismo tiempo, destruyó por completo la estación policial que se alzaba al margen y resquebrajó las paredes de unas 50 viviendas. Los desesperados pobladores colocaban sacos de arena a manera de trincheras y sacaban todo lo que podían de sus casas mientras estas se desmoronaban. Para llegar hasta allí desde el Cusco fue necesario sortear al menos 30 derrumbes de rocas y tierra en la carretera.

Pero Písac es solo el primer pueblo afectado en el Valle Sagrado. En las ciudades de Calca, Urubamba y Ollantaytambo los maizales han sido anegados y cientos de viviendas están inundadas. Ayer se confirmaron cuatro muertes en Lamay, Calca y en el centro de Cusco. Estas se suman a las dos que ocurrieron un día antes por el deslizamiento de un cerro en la periferia de Cusco.

AISLADOS EN MACHU PICCHU
En el Valle Sagrado, la línea férrea continúa bloqueada en cuatro puntos por el socavamiento del terraplén. Más allá, en el pueblo de Machu Picchu, alrededor de 3.500 turistas se encuentran varados. Ni la ruta alterna a la ciudadela, Santa Teresa, se salvó de los bloqueos de carretera.

Ayer se esperaba que al menos cuatro helicópteros llegasen a Machu Picchu para evacuar a los turistas, pero, debido al mal tiempo, solo tres naves pudieron aterrizar allí. Sesenta y seis personas, entre niños, ancianos y diez pacientes, fueron trasladadas hasta Ollantaytambo. Entre los enfermos, hubo casos cardíacos, de diabetes y de apendicitis. Un gran número de turistas aguarda en el estadio del pueblo, otros, según la concesionaria Perú Rail, han iniciado un trayecto a pie. Y todos, residentes y visitantes, deben soportar la especulación en los precios de alimentos, que empiezan a escasear. Al respecto, el ministro de Turismo, Martín Pérez, aseguró que queda comida para tres días más.

DESASTRE EN EL VALLE SUR
La situación es similar en el valle de Cusco, donde los ríos Huatanay y Lucre destruyeron cientos de casas. Oropesa, Lucre y Huarcapay son los sitios más afectados. Personal del Ejército colabora con los damnificados, pero todo esfuerzo resulta insuficiente. Los desastres han superado sus capacidades.

MÁS DATOS
En la ciudad del Cusco, la lluvia alcanzó los 100 mm en solo 3 días. Esto representa casi la cifra de un mes: 130 mm.

En estos 3 días la provincia de Sicuani acumuló 57 mm. Normalmente debería llover 37,4 mm en diez días.

Según el Senamhi, el exceso de lluvia en Písac fue de 67,2%.

El clima daría tregua
El Senamhi indicó que desde hoy hasta el sábado 30 la ciudad del Cusco tendrá un cielo nublado con brillo solar. La intensidad de las precipitaciones en esta región irá disminuyendo paulatinamente.

Documento "El Comercio"