viernes, 11 de septiembre de 2009

SEMANA DE LA FAMILIA

CONCIERTO MUSICAL


“Cada familia debe ser una escuela donde los padres y los hijos puedan reflexionar y aprender juntos.”

Invitado Especial: Padre Diego


Día: sábado 12 de Septiembre

Hora: 7:30 pm

Lugar: Templo San José de Nazareth


¡Te esperamos, no faltes!

lunes, 7 de septiembre de 2009

SEMANA DE LA FAMILIA 07 AL 11 DE SEPTIEMBRE



"LA FAMILIA FORMADORA EN LOS VALORES HUMANOS Y CRISTIANOS"
"LA FAMILIA ESCUELA DE FE Y HOGAR DE LA VIDA"


La familia natural, en cuanto a comunión intima de vida y amor, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, es el lugar primario de "Humanización” de la persona de la sociedad, "la cuna de vida y amor". Con razón, pues, se ha calificado a la familia como la primera sociedad natural, "una institución divina de fundamento de la vida de las personas y prototipo de toda organización social”. (Exhortación apostólica de Juan Pablo II sobre los laicos).


La familia ocupa un lugar primordial en la escuela de humanidad y de valores perennes. Nadie se ha dado el ser a sí mismo. Hemos recibido de otros la vida, que se desarrolla y madura con las verdades y valores que aprendemos en relación y comunión con los demás. Por eso es esencial que las familias se apoyen sobre valores espirituales y éticos compartidos.


Es la primera escuela para el ser que nace. De ahí la importancia de que el ambiente familiar que encuentre el niño al nacer sea un ambiente acogedor, cariñoso, positivo, alentador, estimulante. si el niño/a crece en este ambiente, tendrá una visión positiva de la familia.


Pero se ha de añadir que se tiene una autentica experiencia de paz en la familia cuando a nadie le falta lo necesario, y el patrimonio familiar, fruto de trabajo de unos, del ahorro de otros y de la colaboración de todos se administra correctamente con solidaridad, sin excesos ni despilfarros (Carta de los derechos de la familia de la santa Sede).


La familia humana necesita hoy, más que nunca, una economía que responda realmente a las exigencias del bien común.


Reconocemos que vivimos en un mundo en constante cambio, cambios rápidos y profundos, con choques culturales, a veces agresivos y violentos, que han minado la vida de pareja, a entrar en crisis la familia y generando una grave perturbación en el comportamiento de los esposos, sobre todos del hombre.


La realidad de este mundo cambiante nos urge a ser creativos y crear nuevos modelos de familia. la familia tradicional en la que muchos padres de hoy nacieron no les es posible repetir. Hoy no podemos hablar de un solo modelo de familia, pero el matrimonio y la familia seguirán siendo referente institucionales en las que los esposos se comprometen por el amor que les hace crecer y ser felices como personas y para el conjunto de la familia un núcleo de equilibrio emocional y de estimulo para contribuir de forma positiva a la construcción de una sociedad nueva.


Por todo ello, el matrimonio como la familia siguen siendo una preocupación prioritaria en la Pastoral de la Iglesia y un reto en el acompañamiento de las parejas jóvenes y familias para ir creando el futuro. El camino, como dice el poeta Antonio Machado "se hace al andar".


CONDICIONES IMPORTANTISIMAS PARA VIVIR LA FE EN LA FAMILIA

v Los padres se quieran

v Los hijos sepan que se quieren

v El afecto

v Dedicar tiempo, interesarse por las cosas de sus hijos y hablar con ellos

v El clima de comunicación

v La coherencia

v Una fe mas compartida

v Rezar con los hijos más pequeños, ensayar la oración en pareja

v Respeto mutuo profundo y sincero

v Evitar las polémicas o agresividad

v Saber confesar la propia fe

v Y los mas importante el amor mutuo

UN AS PALABRAS DE BENEDICTO XVI


Siguiendo el legado de S.S. Juan Pablo II, el Santo Padre Benedicto XVI dijo: "La justa relación entre el hombre y la mujer hunde sus raíces en la esencia más profunda del ser humano y sólo puede encontrar su respuesta a partir de éste. Por consiguiente es indispensable y urgente que todo hombre de buena voluntad se esfuerce por salvar y promover los valores y exigencias de la familia. La familia cristiana tiene, hoy más que nunca, una misión noble y necesaria, como es transmitir la fe, que implica la entrega a Jesucristo, muerto y resucitado, y la inserción en la comunidad eclesial. Los padres son los primeros evangelizadores de los hijos, don precioso del Creador, comenzando por la enseñanza de las primeras oraciones. Así se va construyendo un universo moral enraizado en la voluntad de Dios, en la cual el hijo crece en los valores humanos y cristianos que dan pleno sentido a la vida".

La Sagrada Familia de Nazaret es el modelo del Evangelio de la Familia, es la Buena Nueva que la familia moderna, como la de todos los tiempos, tiene que contemplar, para afrontar con certeza los retos que la modernidad le propone. La plenitud de la familia radica en desarrollar la identidad y la misión para la que Dios la constituyó: hacer felices a cada uno de sus miembros desde la unidad del hogar y tener la seguridad de haber entregado a la siguiente generación los Valores humanos y cristianos necesarios, para seguir haciendo de cada familia un lugar de encuentro con la vida, con los hermanos y con Dios.


El Papa Juan Pablo II, pidió que "los abuelos vuelvan a ser una presencia viva en la familia, en la Iglesia y en la sociedad, que continúen siendo testigos de unidad, de valores fundados en la fidelidad a un único amor que genera la fe y la alegría de vivir. Los llamados nuevos modelos de familia y el relativismo reinante -añadió- han debilitado estos valores fundamentales del núcleo familiar".

ORACIÓN POR LAS FAMILIAS

Dios nuestro, Trinidad indivisible,

tú creaste al ser humano

"a tu imagen y semejanza"

y lo formaste admirablemente

como varón y mujer

para que, unidos y en colaboración

recíproca en el amor,

cumplieran tu proyecto de

"ser fecundos y dominar la tierra";

Te pedimos por todas nuestras familias

para que, encontrando en ti su modelo

e inspiración inicial,

que se manifiesta plenamente

en la Sagrada Familia de Nazaret,

puedan vivir los valores humanos y cristianos que son necesarios para consolidar

y sostener la vivencia del amor

y sean fundamento para una construcción

más humana y cristiana de nuestra sociedad.

Te lo pedimos por intercesión de María,

nuestra Madre y de San José.

Por Jesucristo Nuestro Señor.

AMÉN